Cart 0
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo . . . ”
– Hebreos 1:1-2a
Conocer al Padre es conocer a Su Hijo. Por lo tanto, la fe judía cristiana era la manera que Dios usó para revelar la verdad más profunda de la vida, así como el propósito por el cual el hombre fue creado. Las Escrituras proveen el mosaico de Su revelación progresiva, revelación que se puede resumir así: “Pues la ley (de Dios) por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” (Juan 1:17). La Biblia, que fue escrita durante muchos siglos por muchos autores inspirados, es el record unificado de la revelación de Dios. Contiene el significado inspirador de la historia, y la condensa en esta declaración extraordinaria:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
El nacimiento virginal, el majestuoso anuncio angelical de la venida del Señor y el humilde testimonio del pastor confirman una sola realidad que cambia al mundo: ¡Él nos amó! De hecho, nos amó tanto que dejó el cielo para probarlo,
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios . . .” (Juan 1:12)
El niño Jesús fue el mensaje del cielo y la provisión eterna para nuestro perdón. ¡El único Hijo de Dios fue su mayor regalo para la humanidad!
Como dijo el profeta Juan el Bautista, “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.” (Juan 1:16) Esta expresión de gratitud claramente establecida sentó las bases de toda la experiencia futura de la humanidad. En el vasto universo de Dios, reconociendo Su existencia, honrándolo y recibiendo el gran sacrificio de amor de Su Hijo se unen para definir el significado de la vida. El Señor Jesús declaró,
“. . . yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10b)
By Billie Hanks Jr.
