Desde nuestro equipo en Nicaragua…
No importa si estás plantando una nueva iglesia, pastoreando un pequeño rebaño o dirigiendo una poderosa congregación: ¡la llamada a hacer discípulos es válida para todos nosotros! Recuerda las poderosas palabras de Jesús en Mateo 28:19-20:“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en elnombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.”
Esto, amigos míos, es la Gran Comisión, el corazón mismo de lo que significa ser un seguidor de Cristo. Cumplir esta misión no consiste en construir el edificio más grande o tener los programas más impresionantes (¡aunque esas cosas también pueden ser bendiciones maravillosas!). Se trata de crear una comunidad en la que los corazones sean transformados por el amor de Dios, y los creyentes estén equipados para compartir ese amor con el mundo.”
¿La estrategia? Todo comienza con amor, con un deseo genuino de ver a otros conocer a Jesús y experimentar la alegría de seguirlo.