¡No fuimos creados simplemente para buscar el placer personal por unos cuantos años y luego volver al polvo! La creación tiene un significado mucho mayor que los escenarios sin sentido que muchos suponemos que es lo mejor que la vida nos puede ofrecer. En contraste, la Palabra de Dios revela que cada uno de nosotros está diseñado específicamente con la capacidad de conocer a Dios, amarlo y glorificarlo. Esto significa que nuestros destinos individuales no pueden lograrse simplemente por llegar a ser ricos, populares o por tener un buen físico. El verdadero propósito de la vida sólo se experimenta al conocer y caminar estrechamente con nuestro Creador. En esa búsqueda, Oswald Chambers nos recuerda “nunca tolere, por simpatía por nosotros mismos o por otros, cualquier práctica en la vida que no esté de acuerdo con Su santidad”.
La resistencia al desarrollo del carácter cristiano toma muchas formas, incluyendo la autocompasión, la auto absorción y la autopromoción. Tales actitudes siempre son desagradables. Sin embargo; nuestras decisiones más imprudentes y perjudiciales suelen ser el resultado de violar nuestras convicciones. Esta forma inmadura de racionalizar típicamente implica rendirnos a nuestra propia naturaleza egoísta. En contraste, ¡la sumisión a Jesucristo produce nos nueva libertad, humildad y respeto por nosotros mismos!
La santidad no viene fácilmente; ¡debe ser experimentada de momento a momento! No se nos pide admirarla, enseñarla, cantarla o escribir sobre ella, sino vivirla. Nuestro anhelo espiritual interior de conocer a Dios profundamente sólo puede ser alcanzado persiguiéndolo. Sólo su Espíritu produce la pasión por un carácter piadoso. En última instancia, son nuestras propias actitudes y acciones transformadas que se convierten en la autenticación visible y práctica de nuestros testimonios. La realidad de “quienes somos realmente” es reformado por la transformación espiritual de nuestro pensamiento. Para que esto se convierta en su experiencia personal, le ayudará reflexionar sobre la instrucción sabia de Pablo:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8)
Amar a los que lo rodean no requiere aceptar sus actitudes, comportamientos o creencias. A través del Espíritu Santo, los discípulos cristianos están capacitados para amar a sus compañeros pecadores, al mismo tiempo que rechazan su estilo de vida. Recuerde que ¡la tolerancia hacia el pecado es, en sí, pecado! ¡El Señor es nuestro ejemplo perfecto de vivir en el mundo, sin dejar de ser totalmente resistente a sus muchas pasiones no deseables!
A medida que continúe desarrollando una mentalidad inspirada en las enseñanzas bíblicas, esa nueva madurez resultará en que usted hable la verdad en amor (Efesios 4:15) No olvide que estar en sintonía con el Espíritu de Dios también significa estar fuera de sintonía con el mundo secular. Las Escrituras dicen: “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor . . .” (2 Corintios 6:17) Al tratar de lograr eso, tome la decisión de someter su voluntad a la de Él al orar esta mañana. Decida evitar la mediocridad espiritual. Recuerde que vivir por encima de la auto gratificación de nuestra cultura significa vivir la vida normal de un miembro de la familia de Dios. Pablo describió nuestro acceso a este estilo de vida victorioso en términos de una decisión. Ahora, en silencio, medite en los dos versículos a continuación. Si usted aplica esta instrucción a su vida, seguirá siendo el testimonio contagioso de Cristo!