Intencionalmente

Muchas iglesias no tienen un proceso intencional para el entrenamiento personal diseñado para que los nuevos miembros sean asimilados. Consecuentemente, los pastores solo esperan que los nuevos miembros de su iglesia encuentren a algunos cristianos dedicados para que los discipulen. Esta frecuente pero no muy reconocida omisión deja las “puertas traseras” ¡completamente abiertas! Pero en contraste, muchas iglesias como la suya ahora están proveyendo de un proceso a largo plazo para hacer discípulos para que así puedan darles la bienvenida, animar y equipar a los nuevos creyentes. Esta es la razón básica del por qué su pastor y los líderes de la iglesia han adoptado este curso de instrucción que cambia vidas. Tanto las Escrituras como los conceptos que recibirá lo ayudarán a que prepare a nuevas generaciones de hacedores de discípulos para sus ministerios.

El Señor reveló claramente Su profunda preocupación acerca de las necesidades específicas de los nuevos creyentes. Por ejemplo, preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas…?”. Y cuando Simón Pedro contestó: “Sí, Señor”, el Señor le respondió: “Apacienta mis corderos” (Juan 21:15). Nuestro Buen Pastor mostró perfectamente claro que invertir en las vidas de los nuevos creyentes, es sin duda alguna mostrar nuestro amor por Dios.